Itatí Cantora: enfrenta su juicio más íntimo en el teatro con "Jucio a una zorra"
- cameorevista
- hace 2 días
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Por Carlos Mora
La reconocida actriz Itatí Cantoral regresa al teatro con uno de los proyectos más intensos y significativos de su carrera: Juicio a una zorra, un monólogo escrito por el español Miguel del Arco y dirigido por Alonso Íñiguez. Esta obra reescribe desde una mirada íntima y contemporánea la historia de Helena de Troya, una figura femenina que ha sido juzgada por siglos a través de una lente patriarcal.
“Esta noche las palabras que den forma a los hechos serán las mías”, declara Helena al inicio del monólogo, en lo que se convierte en una poderosa reivindicación de su voz, su historia y su humanidad.
Para Itatí, este proyecto representa mucho más que una obra teatral. "Me siento muy comprometida, muy contenta, muy agradecida. Quería volver a trabajar con Alonso Íñiguez, me gusta mucho cómo dirige a los actores y quería hacer teatro", confiesa emocionada. "Es un monólogo, nunca había hecho uno, y eso me pone muy nerviosa porque Helena es una figura muy importante para el colectivo."
El texto propone una visión distinta de Helena: no como víctima o villana, sino como una mujer con voz propia. "El personaje es muy sarcástico y, dentro de todas las tragedias que le sucedieron, también nos vamos a divertir con ella", dice Cantoral. "Me gusta mucho la comedia, burlarme de mí misma. Creo que soy una buena mexicana, porque no hay mexicano sin buen sentido del humor."
Para la actriz, este montaje también responde a una necesidad urgente de recontar las historias desde el punto de vista de las mujeres. "La historia ha sido escrita por hombres. Qué bueno que ahora se le den voces a las mujeres. Yo pienso que si Helena existió, diría el monólogo que yo digo ahora."
El reto del teatro íntimo
Sobre el paso del Teatro Insurgentes a un espacio más íntimo como La Teatrería, Itatí reconoce el desafío. "Aquí casi te respiran. Me da mucho miedo tener al público tan cerca. Y más porque el público es el jurado. No les hablas a la lejanía, los miras directamente, los señalas. Eso hará que cada función sea distinta, gozosa y sufrida al mismo tiempo."
Confiesa que los nervios son parte constante del proceso: “Muchísimos. Sobre todo con un personaje tan complejo, donde hay muy pocos elementos. Tienes que ser muy precisa, no puedes cambiar el texto, y el director quiere lograr cosas específicas. Es de muchas horas de trabajo y de dedicación total.”
Un homenaje íntimo y familiar
Recientemente, Itatí compartió escenario en el Lunario del Auditorio Nacional junto a su hermano, José Cantoral y su hija, María Itatí Cruz Cantoral, en un homenaje a su padre, el compositor Roberto Cantoral. “Volver a vivir a mi papá a través de sus canciones fue como regresar a mi infancia. Me acordé de sus chistes, su forma de hablar... Fue como estar de nuevo en casa, con mi mamá, con mi papá, con mi hermano.”
Este viaje emocional ha motivado a la actriz a desarrollar un proyecto sobre la historia de su madre, una figura fundamental en su vida. "Mi mamá siempre fue teatrera. Mi abuelo tuvo un circo en Argentina, y dentro del circo se hacía teatro. Ella dejó todo por mi papá, pero en el fondo siempre tuvo esa pasión. Quiero contar su historia, una mujer que también se quedó en el cajón."
Pasión heredada
El amor por el teatro ha acompañado a Itatí desde niña. "Mi hermano me llevaba al teatro desde muy pequeña. Nunca olvidaré haber visto Fuenteovejuna y Juana la Loca con menos de 10 años. Desde entonces supe que quería ser actriz."
Ingresó al CEA siendo apenas una adolescente, pero ya con una gran pasión por el arte. "Me sabía de memoria un monólogo de Susana Alexander, de María Carlota de Bélgica. Me lo aprendí del acetato que me compró mi hermano. A los 16 años entré al CEA, y era la más joven de mi generación."
Desde entonces, no ha dejado de formarse: “Los actores, como los doctores, tenemos que estudiar todos los días. El mundo cambia, y nosotros debemos seguir siendo espejo de la humanidad.”
Entre generaciones, voces y diálogos
Hoy, ver a su hija seguir sus pasos le llena de orgullo, pero también de preocupación. “Vivimos en una época más abierta, con más valentía y más oportunidades para las mujeres, pero también más compleja. El internet ha aislado mucho, y los abusos y acosos están a un clic. Por eso, obras como esta son importantes: abren el diálogo.”
Para Cantoral, Juicio a una zorra no es solo una pieza teatral, es una conversación urgente entre generaciones, géneros y memorias. Una invitación a mirar a Helena —y a tantas otras mujeres— desde otra luz: una que por fin les permite hablar por sí mismas.
La también cantante acaba de particiar con la colombiana Karol G quien ha llevado su amor por las telenovelas mexicanas al siguiente nivel. Para el lanzamiento de su nuevo disco Tropicoqueta, la artista protagoniza una producción especial que rinde homenaje al melodrama nacional, compartiendo créditos con íconos como Anahí, Ninel Conde, Gaby Spanic, Azela Robinson e Itatí Cantoral.
Sobre el rodaje, Cantoral no escatimó elogios hacia Karol G: “Es una música increíble, trabaja en familia, apoya a su gente. Y además, ¡qué maravilla reunir a tantas mujeres talentosas en un mismo proyecto! Su hermano también está metido en la producción, todo queda en casa, y eso se nota: fue una experiencia padrísima”.
La actriz también celebró el momento que viven muchas mujeres en la industria:
“Qué bueno que ya facturamos. Siempre lo hemos hecho, pero ahora lo podemos decir con orgullo. Antes era ‘cállate, o tu papá te va a quitar todo’. Ahora es diferente: ‘yo soy la que gano, y aquí está mi dinero’”.
Con esta producción, Karol G celebra el poder femenino y la influencia de las telenovelas mexicanas que marcaron a toda una generación.
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