Una década de historias: el camino audaz de Reserva Films
- cameorevista
- 23 may
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Texto y fotos Carlos Mora
La casa productora independiente Reserva Films celebra una década de existencia con una historia construida desde la pasión, la irreverencia y el deseo de contar historias que desafían los moldes tradicionales. Fundada en 2014 por Fabio Colonna, Regina F. Guizar y Arantxa Suárez, la productora se ha consolidado como un semillero de cine de género, cortometrajes audaces, proyectos publicitarios creativos y universos narrativos tan personales como viscerales.
Desde su primer cortometraje, Me gusta más crudo, sobre una pareja aparentemente exitosa que resulta ser un par de caníbales refinados, Reserva Films dejó claro que lo suyo no eran las zonas de confort. “Nació como un refugio creativo para personas que no siempre encajábamos en los moldes establecidos”, explica Fabio Colonna. “Nos sentimos orgullosos de ser una casa para artistas que buscan romper barreras, ya sea con un drama íntimo o con un payaso asesino que mata youtubers”.
A lo largo de estos diez años, han producido más de quince cortos y varios comerciales, como Los invencibles, una pieza de dos minutos en la que homenajearon a figuras icónicas como Emiliano Zapata, María Félix y Casandro, desde una estética de superhéroes. “Fue nuestra primera incursión en el cine de género de superhéroes, y nos abrió muchas puertas”, cuenta Colonna.
Para Regina, estos diez años han sido más que una carrera: “Han sido un trayecto hermoso que me ha permitido descubrirme desde lo artístico y conectar con muchas personas. Al final, de eso se trata el cine: de traer nuestras ideas a la realidad, con determinación y fe”. Para ambos, el cine se hace en comunidad. “Queremos que quienes trabajen con nosotros se sientan seguros, escuchados, parte de una familia”, subraya Guizar.
La productora nació en un contexto adverso: jóvenes sin experiencia, con un corto hecho “sin saber prender una cámara”, enfrentándose a los “no” habituales de la industria mexicana. Pero la pasión fue más fuerte. “Desde el principio supimos que no queríamos perdernos en la publicidad, aunque hicimos muchos trabajos ahí”, dice Guizar. “La idea siempre fue usar esos ingresos para financiar nuestras historias”.
Lejos de seguir una moda, su afinidad por el terror y el cine fantástico es una necesidad expresiva. “Es una forma de conectarnos con nuestras sombras, exorcizarlas y compartirlas”, dice Colonna. “Cuando alguien ve tu obra y te dice: ‘yo también soñé eso’, ahí sabes que valió la pena”.
Sus criterios para elegir historias son simples pero profundos: deben resonar en lo colectivo y permitir la creación en equipo. “Fabio suele escribir, pero el proceso es conjunto. Cada quien aporta algo. Si todos sentimos esa conexión con la historia, entonces sabemos que vale la pena hacerla”.
Aunque aseguran que los premios no definen su trabajo, sí reconocen que han sido una señal de que van por buen camino. Unheimlich , por ejemplo, fue el cortometraje mexicano más premiado en el extranjero en su año. “Es un impulso. Una señal de que puedes seguir adelante”, dice Colonna.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando fueron seleccionados y premiados en Sitges, uno de los festivales más importantes de cine de género a nivel mundial. “Estar ahí, ver la sala llena, la gente gritando en los sustos… fue mágico”, recuerda Guizar.
Una década después, Reserva Films no solo sigue en pie: está más viva que nunca. Con la energía de quienes creen que el cine puede transformar, conectar y confrontar, se preparan para lo que sigue. Y si algo está claro, es que seguirán explorando las sombras, con estilo propio y en comunidad.



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