¡Stitch está de vuelta con más travesuras en la pantalla grande!

Por Armando Armenta

El travieso alienígena favorito de Hawái regresa a los cines con el estreno de Lilo & Stitch, en una adaptación con actores reales y un CGI de calidad que da vida al experimento 626 con una vivacidad y ternura dignas de ver.

La premisa de la cinta ya es bien conocida por los fanáticos de Disney de antaño e incluso por las generaciones actuales: un experimento fallido llega a la Tierra por accidente y se convierte en la mascota de una niña hawaiana.

¿Cuál es el gran problema con esto? Pues que el experimento 626 fue creado explícitamente para ser un arma de combate. Sin embargo, tras una serie de divertidos eventos, travesuras y metidas de pata, el renombrado Stitch termina formando parte de ʻOhana, es decir, "familia".

Aunque se trata de un live-action, la cinta no sigue de forma estricta la trama de la película original de 2002, sino que se atreve a innovar con algunas sorpresas que dan un giro especial a ciertos momentos dramáticos de la historia. Aun así, el carisma de los protagonistas no decae en ningún momento, y el reparto guarda un asombroso parecido con sus contrapartes animadas.

Stitch merece una mención aparte, pues desde el primer momento conecta con el público. No solo por ser un personaje ya reconocido, sino porque verlo en acción como si fuera un actor más es la cereza del pastel en una producción que también se esmera por replicar los escenarios casi de manera idéntica.

Detrás de las divertidas escenas en la playa, las acrobacias en el surf y la adrenalina de los viajes espaciales, la historia abre la puerta a nuevas lecciones que quizá pasaron desapercibidas en la original, pero que convergen en el mismo mensaje: tu familia es la que tú eliges y con quien tú decides estar.