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El Malilla: del barrio al Palacio


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El reguetonero mexiquense prepara su primer gran concierto en el Palacio de los Deportes el 13 de febrero; será una cita con su público, marcada por el orgullo de sus raíces y el éxito de un género que ya no conoce fronteras.


El Malilla sonríe con la seguridad de quien vive un momento único. A sus 25 años, el reguetonero nacido en Valle de Chalco anuncia el paso más grande de su carrera: el 13 de febrero se presentará en el Palacio de los Deportes, un recinto que ha visto desfilar a las mayores figuras de la música internacional.


“Me siento feliz, pleno… en el mejor momento de mi vida personal y artística. Hoy estoy viviendo un sueño y estoy muy agradecido”, confesó frente a los medios. El anuncio llega acompañado de una cifra que confirma su éxito: su más reciente tema rebasó los dos millones de streams en un solo día, posicionándolo como uno de los referentes más sólidos del reguetón mexicano.


El Palacio, dice, representa mucho más que un escenario. “Es una caja de Pandora. Somos los primeros en hacerlo y espero que no seamos los últimos. El reguetón es mi género, es mi cultura. Vengo del Estado de México y ver cómo hemos crecido es muy satisfactorio”.


Ese día no será un show cualquiera: planea invitados sorpresa, un concepto especial y música en vivo. “No quiero que sea un concierto más. Va a ser una cita con El Malilla. Consejo: vayan arregladitos, con sus mejores Jordans, porque será una noche inolvidable. Quiero que la gente salga diciendo: valió la pena”.


A pesar del éxito, no pierde la conexión con sus orígenes. “Sigo viviendo en mi barrio, sigo yendo a las retas, sigo viendo a mis vecinos. No voy diciendo que soy humilde, todos merecemos respeto. Pero quiero que la gente diga: qué chido que este güey sigue siendo una persona como nosotros”.


Danna, Lucero y más sorpresas


Si algo distingue a El Malilla es su capacidad para tejer puentes con artistas de distintas generaciones. Entre risas recordó cómo surgió su tema con Danna Paola. “Nos conocimos en Coachella, conectamos, y luego coincidimos en el estudio. Me dijo: ‘¿sabes cuál es el momento perfecto para que la gente relacione nuestros proyectos? Que salgas en mi video’. Lo hicimos y a la gente le encantó. La canción que tenemos es única, atemporal, de esas que se pueden cantar y gritar sin tapujos”.


Otra de las colaboraciones que lo emocionan es con Lucero, la llamada “Novia de México”. “Me sorprendió demasiado que conociera mi proyecto y me dijera ‘Malilla’. Yo crecí viéndola con mi mamá y mis tías, así que estoy más que puesto para trabajar con ella. Fue muy satisfactorio verla interesada en mi música”.


Y hay más. El cantante adelantó que vienen featurings soñados con figuras del reguetón internacional y hasta con salseros, un género que lo acompaña desde la infancia. “Soy bien reggaetonierito, pero crecí con cumbia y salsa. Me gustaría hacer algo con un salsero en su salsa, no en reguetón. Eso sería un sueño cumplido”.


El cantante sabe que el camino no ha sido fácil. “He sufrido, me han fallado, me han agarrado de pendejo, pero todo lo he hecho con amor. La música pasó de ser mi trabajo a ser mi privilegio. Mi familia está bien y yo estoy feliz, y eso es lo más importante”.


Con esa mezcla de sencillez y ambición, se prepara para que el 13 de febrero el Palacio de los Deportes se convierta en su casa por una noche: una noche que promete ser un antes y un después en la historia del reguetón mexicano.


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